Cuando
desperté era tarde y el día estaba lluvioso. Me levanté despacio , quería
disfrutar de esta sensación tan cálida que me ofrecían mis sábanas. Desayuné
tranquila y me puse a estudiar , era domingo y el día estaba encapotado , me
encantan los días tempestuosos ; desde que era pequeña mi estación preferida ha
sido el otoño, y la verdad no entiendo por qué , ya que , me pone
nostálgica. Siempre he creído que este
periodo , es una época de comienzos y nuevos retos porque empezamos todo ,tanto
personal como profesionalmente ; y al llegar el frío , nos encerramos un poco
en nosotros mismos , haciendo un repaso completo e intentando mejorar para el
año siguiente.
La
mañana pasaba lenta y me encontraba más calmada. Distraída en mis lecturas , no
me di cuenta de que estaban llamando a la puerta , extrañada por la insistencia
abrí.
Era un
repartidor , traía un paquete -¿ Que
raro? – pensé – Yo no he pedido nada se habrán equivocado.- En ese momento como si me hubiera leído la
mente, se adelantó a decir- ¿ Señorita Sofía? , traigo un paquete para usted-
. ¿Para mí? Se habrá equivocado-
contesté ,pero insistió – No , la dirección y las personas son correctas.-
Miré el
paquete con curiosidad y el chico me acercó el boli.- Firme aquí por favor-
La verdad
que era de ese tipo de personas que no pegan con su trabajo ; era un chico
amable y cercano , transmitía mucha tranquilidad , tenía un rollito “zen” que
me gustaba , así que firmé y cogí el
paquete.
Al
cerrar la puerta, fui directa al estudio , me puse ha observarlo , era un
paquete algo grande y pesado , no tenía remitente , lo abrí pensando que dentro
tuviera algún tipo de identificación.
Era una
caja con una tarjeta que decía:
“
Querida Sofía aquí tienes las respuestas a todas tus oraciones. Firmado : El
Gabinete de Dios. Pd- Como regalo por la
demora te obsequiamos con unos bonitos pendientes , úsalos con sabiduría.”
No
podía creer lo que estaba viendo ¡ Ahora Dios atendía por correo! ¿ Y desde
cuando tenía un gabinete? Eso tenía que ser una broma , ¿ pero de quien? No
había hablado de esto con nadie.
Fascinada
pero molesta, abrí la caja , dentro había un libro , no era un tomo corriente ,
y parecía desgastado por el uso. Tenía un color cobrizo , estaba cerrado con
una especie de pestañas , su tapa era dura , su encuadernación en relieve y al
parecer estaba bastante magullado. En el centro
con letras doradas citaba “ Tu manual de instrucciones” .
¡No me
lo podía creer! Pasé de indignación a enfado , una guía , ya está, así de
sencillo. Toda mi vida esforzandome para buscar respuestas , por saber que hay algo más , por superarme y ¡ tengo u
manual de mi vida! ¡Vaya mierda , más que una guía parece una enciclopedia y
además vieja!.
Tiré el
libro en la mesa , del golpe se calló la cajita dejando al descubierto unos
pendientes , al sacarlo observé ; que
era de plata , con una gema colgando , nunca había visto nada igual. La plata
sostenía la gema , parecía tener forma
de mano , la piedra era de un color verdoso y dentro de ella tenía un extraño
símbolo , parecía tener algo especial. Desconfiada guardé el colgante dentro de
la caja y me olvidé de todo.
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