Me acurruco entre las sábanas no quiero levantarme. El ajetreo de la calle es intenso por lo que imagino que serán más de las doce , me estiro perezosa bajo el edredón y un golpe seco me hace sacar la cabeza ; es el libro. Contemplo el tomo con cariño , lo abro y en la solapa encuentro un seudónimo .” Pierre , 1954” . Lo hojeo superficialmente y me encuentro un viejo papel arrugado y gastado a modo de marcapáginas , intento descifrar lo que pone , no es tu letra pero parece que hay algo escrito.
PIERRE LEROY
14 , RUE VIOLET 46400
AUTOIRE (FRANCE)
Un fuego dentro de mí emerge , siento que me diste esto por alguna razón ¿ Pero cuál? . Él murió en la guerra o eso es lo que tú creías . Nunca volviste para comprobarlo ¿ Cierto? . No te viste capaz de superar su muerte , o peor aún , verle con otra mujer y aceptar que tú fuiste simplemente un amor de verano. Cualquiera de las dos opciones te hubiera partido el corazón .
Inmediatamente cojo el ordenador y empiezo a buscar la dirección , me salen muchos enlaces pero ninguno concreto , lo que sí está claro es que Autoire es un pequeño pueblo al sur de Francia , escondido en los Pirineos. Miro el mapa , está a unas nueve horas de viaje en coche . No me lo pienso , cojo algo de comer , preparo lo necesario y emprendo el viaje.
Millones de preguntas rondan en mi cabeza , no se si seguirá vivo , ni siquiera si seré capaz de encontrarle y si lo hago ¿ Cómo le reconoceré?. El trayecto es largo, la noche cerrada y mi única compañía son un libro lleno de cartas y un bolso.
Llego al amanecer , la luz del sol me acompaña iluminando esa preciosa villa. Un viejo cartel presenta el municipio “AUTOIRE” , aparco el coche a un lado y continuo a pie. Me fascina ver que por allí no ha pasado el tiempo ; caminos de piedra que me adentran en una aldea medieval , casas tocas de grandes ventanales , calzadas amplias y poco transitadas acompañadas del tenue fluir del riachuelo .
Sin darme cuenta me doy de bruces con la casa. Empiezo a temblar e inconscientemente me agarro al bolso como si estuvieras aquí conmigo , tengo miedo , quiero irme , no se que hacer.
-Clara…- Una varonil voz con acento francés grita mi nombre.
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