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lunes, 26 de enero de 2015

VERANO DEL 54. RELATO 1ª PARTE.

- Aún no me puedo creer que te hayas ido.-  Apoyo la frente en el frío cristal que nos separa y sigo hablando contigo como si todavía estuvieras aquí.
- Clara  es hora de irse.-  Tu hija , mi madre, interrumpe esta retórica conversación  que tenemos y me saca de mi letargo.  - Toma cariño , la abuela quería que tuvieras esto.-
Desprendida y ausente cojo el paquete mientras nos dirigimos a la puerta .No  mediamos palabra  las dos sabemos que esto es el final.


Han pasado ya dos días  y el paquete sigue ahí , tal vez tenga la vaga esperanza de que
aparezcas…
Resignada ante la cruel realidad  comienzo lentamente  a romper el envoltorio  , no quiero que nada se estropee esta cuidadosamente empapelado , al verlo , no salgo de mi asombro es tu bolso de COCO CHANEL; me encantaba ver como lo lucías tan elegante y sutil , siempre decías que era tu mejor complemento . Esta intacto , su piel esta como nueva ,  su negro es intenso y el acolchado no tiene ningún rasguño , la cadena dorada y su broche brillan como el primer  día. Cierro los ojos y respiro , todavía huele a tí . Lo noto  pesado , descubro que tiene algo dentro.
 -¿ Un libro?-  Mi mente tarda unos segundos en reaccionar pero mi corazón lo reconoce enseguida  ,  mi pulso se acelera rápidamente y mis manos empiezan a temblar.
- Es el Libro… - Susurro estupefacta.  No me lo podía creer , cuantas veces lo ví en tu mesilla de noche , cuantas veces te veía leyéndolo con una sonrisa en los labios; tu fiel  compañero de batalla ,  guardián de todos tus secretos.  Cuando te preguntaba por qué sonreías siempre me hablabas del verano del 54 , donde conociste un apuesto joven parisino.
Dudo por un momento , un miedo infantil se apodera de mí, miro alrededor creo que alguien me va a reprender pero no ocurre nada . Observo el tomo con delicadeza , su cubierta esta rugosa y desgastada , el título ilegible y las hojas amarillentas delatan el paso del tiempo.  Al manipularlo unas páginas caen al suelo , pienso que están sueltas pero al cogerlas reconozco tu letra.
-¡Son cartas! - exclamo  , estoy tan excitada que no puedo controlarme pero al instante una punzada me atraviesa el corazón  y suspiro. - Es tarde pero no importa , necesito saber más de tí  , anhelo tenerte cerca .-  
Comienzo a leer  ,   no había  ni un  sólo día que no le escribieras ,  le hablabas de amor , de sueños y anhelos ... las devoro una tras otra hasta llegar al final , la última era una carta de despedida , una despedida que nosotras no tuvimos el lujo de disfrutar.   Sesenta años plasmados en papel , sesenta años de silencios … Y lo único que te quedaba de él era este libro y el bolso que te regaló antes de ir a la guerra.
Cansada y satisfecha guardo tus cartas en un cajón , son más de las tres de la madrugada y el sueño me acaba venciendo.   

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