Y una vez más se levantó, batió sus alas con brío y sin mirar atrás saltó.Pero esta vez sin miedos , sin ataduras , más ligera y volátil que nunca...
Dejó de oír las voces que le gritaban y empezó a apreciar los susurros que le alentaban.
Se olvidó de las piedras con las que tropezaba y recordó los pilares que la sostenían.
Soltó los lastres de la culpa para aferrarse a los sueños de la vida.
Rompió con las ataduras del tiempo para recopilar momentos.
Se despojó de la armadura oxidada para vestirse con sus mejores galas.
Abandonó la brusquedad para colmarse de caricias.
Enmudeció a la mente para escuchar al corazón.
Enjauló al ego para liberar el alma...
Y recordó con más fuerza que nunca que su felicidad valía más que cualquier realidad impuesta.
