Todo inicio comienza con un final... El mío es una mudanza.
Es curioso el apego que puedes tener a tantas cosas que en el día a día practicamente ni si quiera le prestas atención.
También te das cuenta de la cantidad de objetos inútiles que tienes que solo te ocupan espacio y otras tantas que ni te acordabas de ellas y te remueven de tal manera que son capaces de llevarte hasta ese momento, y ahí , en ese mismo instante tu corazón se estremece y eres consciente de todo lo que has vivido, de todo lo que te queda por vivir y sobre todo de de lo que siempre has soñado vivir , de las promesas que te haces a ti mismo y que tienes olvidadas.
Y en esas promesas te encuentras a tí mismo y buscas cual de todas ellas a día de hoy te has permitido cumplir.
Prisas, ruido, trabajo, sociedad ,consumismo... Hacen que pierdas tú esencia fácilmente saliendo del camino que tú mismo decidiste emprender. Y cuando un ciclo termina y tienes que llevarte lo esencial para la siguiente etapa descubres que tú piel se ha llenado de tantos parches, costras y heridas enquistadas...Que no sabes dónde empieza tu cuerpo y donde acaba la idea que han formado de ti y que tienes que seguir.
Por eso como siempre digo es bueno mudarse cada cierto tiempo porque en cada muda descubres algo nuevo de tí, de la gente y tú alrededor...
Amplia, sueña , vive y sobre todo... No olvides mudarte.
